Aunque la mayoría de la gente es consciente de la importancia de las vitaminas y los minerales para la buena salud, muchos no saben que los glóbulos blancos también necesitan ciertos nutrientes para funcionar correctamente. En concreto, la falta de vitamina B12 puede provocar una disminución del recuento de glóbulos blancos, lo que puede hacer que tu sistema inmunitario sea vulnerable a las infecciones.
En este post examinaremos más de cerca el papel que los glóbulos blancos desempeñan en nuestro cuerpo y la relación que existe entre ellos y la cobalamina (vitamina B12).

¿Qué son los glóbulos blancos?
También llamados leucitos, son las células del sistema inmunitario que ayudan a proteger el cuerpo contra las infecciones y las enfermedades. Se producen en la médula ósea y se encuentran en el torrente sanguíneo.
Hay diferentes tipos de glóbulos blancos, cada uno con una función diferente:
- Neutrófilos: También conocidos como leucocitos polimorfonucleares (PMN), son capaces de matar bacterias y otros microorganismos engulléndolos y liberando sustancias químicas que los destruyen.
- Linfocitos: Son los responsables de la respuesta inmunitaria contra las infecciones víricas. Existen dos tipos principales de linfocitos: los linfocitos B (producen anticuerpos que ayudan a destruir los microorganismos infecciosos) y los linfocitos T (estimulan las células inmunitarias y eliminan las células infectadas).
- Monocitos: Son el tipo más grande de glóbulos blancos y ayudan a luchar contra las infecciones bacterianas y fúngicas. Circulan por el torrente sanguíneo y, cuando encuentran una infección, se transforman en macrófagos que son capaces de engullir y destruir bacterias y otros microorganismos.
- Eosinófilos: Ayudan principalmente a combatir las infecciones parasitarias, Cuando el cuerpo sufre una de estas acciones, liberan los eosinófilos liberan diversas sustancias químicas que ayudan a eliminar el patógeno. También defienden al organismo de algunos virus.
- Basófilos: Se encargan de liberar sustancias químicas que son fundamentales para desencadenar las reacciones inflamatorias. No obstante, la activación descontrolada de estas células se ha relacionado a reacciones de hipersensibilidad como las alergias, el asma, la anafilaxia y algunas enfermedades dérmicas.
¿Qué ocurre si no tienes suficientes glóbulos blancos?
El conteo de glóbulos rojos se realiza mediante el análisis de sangre. Para esto, acude a un profesional de la salud a que extraiga sangre de una vena de tu brazo con una aguja pequeña y la deposite en un frasco o tubo de ensayo.
Si tu recuento de glóbulos blancos en la sangre es bajo, es posible que tu sistema inmunitario no pueda combatir las infecciones con eficacia. Esto puede hacerle más propenso a desarrollar enfermedades, como la neumonía o la bronquitis. En casos graves, la falta de glóbulos blancos también puede provocar sepsis, una enfermedad potencialmente mortal causada por una infección.
Hay una serie de cosas que puedes hacer para aumentar el recuento de glóbulos blancos, incluyendo:
- Llevar una dieta saludable que incluya muchas frutas, verduras y cereales integrales.
- Tomar suplementos de vitamina B12 (o aumentar su consumo mediante la dieta).
- Hacer ejercicio regularmente.
- Dormir lo suficiente.
- Evitar los cigarrillos y otros productos del tabaco.
- Reducir el estrés.
Si tienes un recuento bajo de glóbulos blancos, tu médico también puede recomendarte un tratamiento con medicamentos o suplementos. Por ejemplo, suministrar inyecciones de inmunoglobulina (una proteína que ayuda a combatir las infecciones) o esteroides para ayudar a reforzar su sistema inmunitario.
En algunos casos, las personas con niveles bajos de glóbulos blancos también pueden necesitar recibir glóbulos blancos de un donante.
¿Qué relación hay entre la vitamina B12 y la producción de glóbulos blancos?
La vitamina B12 es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Ayuda al cuerpo a producir glóbulos blancos y anticuerpos, que son importantes para combatir las infecciones. Esta vitamina también es necesaria para el desarrollo saludable de los glóbulos rojos y el mantenimiento de otras funciones vitales.
La falta de este nutriente puede provocar una disminución de los glóbulos blancos y un debilitamiento del sistema inmunitario. Esto puede hacerte más susceptible a desarrollar infecciones y enfermedades que atacan a las células del cuerpo.
La vitamina B12 puede encontrarse en alimentos de origen animal como la carne, el pollo, el pescado, los huevos y los productos lácteos.
Si crees que puedes tener una deficiencia de vitamina B12, habla con tu médico. Es posible que te recomiende un cambio de dieta o un tratamiento con suplementos o inyecciones.
El papel de la B12 es esencial para varios procesos: