La ansiedad o ansiedad crónica es el resultado de pensar demasiado en eventos futuros y miedo a lo desconocido. Todo esto es en realidad una reacción a eventos presentes y pasados. Las personas que sufren de ansiedad, crónica o aguda, muy a menudo te dirán que se sienten agotadas y frustradas.
Las personas ansiosas son conscientes de que la ansiedad es el resultado de pensar demasiado, pero no pueden evitarlo.
Estos son los pensamientos no deseados más comunes que agotan su energía y pueden usar esa energía para otra cosa.
Por otro lado, las personas ansiosas pueden tener un exceso de energía con el que no saben qué hacer. La ansiedad llena el cuerpo de hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) que crean inquietud. En algunas personas, las hormonas del estrés causarán fatiga y, en algunas, hiperactividad.

Dolores musculares
La ansiedad puede causar síntomas físicos no deseados. Uno de ellos es el dolor muscular. De hecho, es uno de los síntomas más comunes de la ansiedad. Las hormonas del estrés aumentan la inflamación en el cuerpo que después de un tiempo causa dolor muscular. Además, el nivel de ansiedad puede afectar la intensidad del dolor en sí.
Dolores de cabeza
Este es también otro síntoma muy común de la ansiedad crónica. El estrés provoca tensión muscular, incluidos los músculos de la cabeza y los hombros. Al tomar estimulantes, especialmente cafeína (café, jugos, tés), puede empeorar estos síntomas.

Fatiga crónica
La ansiedad crónica es muy estresante. Y si bien puede causar un exceso de energía, después de un tiempo provocará una falta de energía y motivación. El estrés interrumpe el trabajo de las glándulas suprarrenales, que juegan un papel importante en el mantenimiento de niveles de energía estables.
Antojo de dulces o almidón
El azúcar actúa como un opiáceo que crea una falsa sensación de calma. El azúcar crea una inflamación crónica en el cuerpo y provoca la acumulación de grasa.
Esta es la razón por la que las personas ansiosas suelen ser obesas y tienen problemas para mantener un peso saludable.
Desordenes digestivos
El estrés crónico está directamente relacionado con una mala función digestiva. Tanto como el 80 al 90% de la serotonina (un neurotransmisor sedante que promueve el buen humor) se produce dentro del sistema digestivo. Esto significa que la indigestión afectará la producción y liberación de serotonina.
Irritabilidad y cambios de humor repentinos
Cuando estamos obsesionados con pensamientos ansiosos, tenemos muy poca paciencia para todo lo que demanda nuestra atención y esto trastorna nuestro funcionamiento diario y el desempeño de nuestras funciones. Las personas ansiosas suelen ser muy irritables y saben reaccionar de forma bastante violenta cuando alguien o algo exige su máxima atención.

Problemas para dormir
Cuando pensamos en varias cosas a la vez, es muy difícil relajarse y no podemos conciliar el sueño. Las personas ansiosas tienen el cuerpo agotado y la mente inquieta. En otras palabras, quieren quedarse dormidos pero sus cerebros simplemente no se lo permiten.
Aunque las personas ansiosas a menudo se sienten impotentes, hay varias cosas que puede hacer para aliviar la ansiedad:
- Adoptar hábitos alimenticios saludables.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Mantener una rutina diaria y el ritmo que más le convenga.
- Aprender a manejar el estrés.
- Dormir al menos 7 horas al día.